jueves, 19 de abril de 2007

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL INICIO Y PROPAGACIÓN DE UN INCENDIO FORESTAL


Los factores que influyen en el inicio y propagación de un incendio forestal pueden agruparse en tres tipos principales: topográficos, atmosféricos y bióticos. Estos tres tipos de factores forman la llamada “tríada del fuego”.

Factores de tipo topográfico

Son los más constantes de los tres, e influyen sobre los otros dos. Los factores topográficos más importantes son:

- Pendiente: en un fuego que asciende, cuanto mayor sea la pendiente más rápido se propagará el incendio, ya que las llamas se encontrarán más cerca del combustible y este se precalentará antes. En cuanto a su influencia en el tiempo atmosférico los cañones y chimeneas de fuerte pendiente son origen de vientos ascendentes intensos que aumentarán la velocidad de propagación del fuego.

- Altitud: tiene una gran influencia sobre la climatología, que a su vez repercute en el desarrollo vegetal. A más altitud, en general, menor será la temperatura ambiental y mayor la humedad. El descenso de la temperatura con la altitud hace que en paralelo también descienda la cantidad de combustible vegetal.

- Exposición: en las laderas de solana la temperatura es más alta y por tanto la humedad relativa, menor, siendo más favorables para el inicio y propagación del fuego.

- Relieve: tiene especial influencia en los regímenes de vientos y en el microclima.

Factores de tipo atmosférico

Como se ha visto están muy influidos por los factores topográficos. Los principales son:

- Humedad atmosférica: influye directamente en la humedad del combustible, que cuanto más húmedo esté más difícilmente arderá, ya que será necesario invertir más energía en evaporar el agua.

- Temperatura ambiente: a mayor temperatura más desecación habrá, siendo por tanto las condiciones más favorables para el inicio y desarrollo del incendio.

- Viento: favorece la propagación del fuego al aportar oxígeno, aproximar las llamas al combustible que aún no ha ardido, desplazar chispas y pavesas y desecar el combustible.

Factores de tipo biótico

Son los factores ligados al combustible forestal. Los principales son:

- Estado del combustible: vivo o muerto. El muerto tendrá menos humedad y arderá más fácilmente.

- Ubicación: subterráneos, superficiales o aéreos. La proporción de cada uno determinará el tipo de incendio.

- Disponibilidad: no todo el combustible está en condiciones de arder.

Otras características del combustible a tener en cuenta son la cantidad, tamaño, forma, compactación, continuidad horizontal y vertical, densidad, sustancias químicas presentes y humedad.

IMÁGENES DE LOS TIPOS DE INCENDIOS FORESTALES




TIPOS DE FUEGO

Los fuegos, en función del modo de propagación y de la posición en relación con la superficie del suelo se clasifican en:

1. Fuegos de superficie: Son los más comunes, se propagan por la superficie. En este tipo de fuegos interviene fundamentalmente la radiación. Pueden transformarse en fuegos de copas. Se diferencian:

- Fuegos que consumen litera y vegetación herbácea
- Fuegos que queman el sotobosque y los matorrales pequeños
- Fuegos que consumen restos de podas depositados en el suelo


2. Fuegos de copas: Avanzan de copa en copa, son típicos de bosques con gran conexión entre copas como los bosques de coníferas. Se propagan rápidamente liberando una gran cantidad de energía. Suelen derivar de fuegos de superficie. Pueden producir focos secundarios. Se diferencian dos tipos:

- Fuegos de copas independientes, no dependen de lo que ocurre en superficie.
- Fuegos de copas dependientes, dependen de lo que ocurre en superficie, es decir, del calor de convección generado en superficie.

A su vez, estos fuegos pueden ser:

- Pasivos, si no avanzan de copa en copa
- Activos, si avanzan de copa en copa. Esto ocurre cuando hay una fuerte conexión entre las copas.

Dentro de los fuegos de copas existen dos subtipos:

- Fuegos intensos que produzcan una destrucción total de las copas
- Fuegos intermitentes, en este caso el fuego discurre de una copa en otra sin quemarlas totalmente.

3. Fuegos de subsuelo: Discurren quemando la materia orgánica acumulada en el suelo mineral, avanzan por el interior del suelo. No producen llamas y emiten poco humo. Avanzan lentamente debido a la carencia de oxígeno. Pueden ser más destructivos que los anteriores ya que destruyen los sistemas subterráneos de la vegetación.

En función de la superficie afectada, se diferencian:

Conatos: fuegos que afectan a superficies pequeñas, menores de 1 hectárea.
Incendios forestales: la superficie afectada es mayor de una hectárea. Pueden ser medianos si la superficie es menor de 500 hectáreas o grandes si es mayor.

LAS CAUSAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES

En España pocos son los incendios forestales que se producen de forma natural, aunque este pequeño porcentaje (5 %) nos indica que los incendios no solo son culpa del ser humano.

Entre las causas naturales destacan los rayos de tormentas, sobre todo en la franja mediterránea, los fuegos debidos a erupciones volcánicas, históricamente frecuentes en la Islas Canarias, y aquellos causados por una combustión espontánea debida a altas temperaturas. Las causas, sin embargo, suelen ser de origen antrópico.

En nuestro país cada vez hay menos incendios con causas desconocidas, puesto que se destinan grandes esfuerzos a conocer el porqué de cada incendio forestal y existe para ello, desde 1968, la Base de Datos sobre Incendios Forestales (BDIF). Dichas indagaciones dejan claro que el 95 % de estos se deben a una acción humana intencionada o negligente.

Los seres humanos, al hacer un uso directo del fuego para crear nuevas zonas agrícolas o de pastos, al quemar rastrojos o al utilizarlo con fines recreativos (hogueras, barbacoas, etc.), pueden ser los causantes de graves incendios forestales cuando realizan dichas actividades de manera incontrolada.
De manera indirecta, el abandono de las actividades tradicionales a causa del éxodo rural hace que se acumule gran cantidad de combustible potencial en las primeras etapas de recuperación del bosque. También aumenta el riesgo de incendio en los bosques que antiguamente se aprovechaban con fines económicos y hoy en día están abandonados.

Mención especial merecen los incendios intencionados, cada vez más frecuentes, y cuyas motivaciones van desde venganzas hasta el mero gamberrismo.

En la página del Ministerio de Medio Ambiente podéis encontrar algunos datos de interés:

http://www.mma.es/portal/secciones/biodiversidad/defensa_incendios/

EL HOMBRE DESCUBRE EL FUEGO

Los inicios nunca son fáciles, pero gracias al descubrimiento y manejo del fuego, los seres humanos estamos hoy donde estamos.

¿QUÉ ES UN INCENDIO FORESTAL?

Entendemos por incendio forestal todo aquel que se extiende sin control sobre terreno forestal que no estaba destinado a la quema.
En la anterior definición aparecen dos términos que nos llaman la atención pero que son imprescindibles para poder comprender lo que un incendio de estas características significa:

-Terreno forestal: se trata de una superficie cubierta por herbáceas, arbustos o árboles que pueden aparecer de forma espontánea o como resultado de una plantación pero que NUNCA está sujeta a acciones agrícolas. Así por ejemplo una chopera plantada no sería considerada terreno forestal por estar sometida a prácticas agrícolas como el riego periódico.

-Sin control: caracteriza a todos aquellos incendios que no sean quemas de rastrojos, pastos, matorrales o residuos forestales.


FUEGOS NATURALES

Aunque la mayoría de los fuegos de los que nos hacemos eco y vemos por la televisión son de origen humano, también existen fuegos de origen natural.
Estos fuegos forman parte de la dinámica natural de muchos ecosistemas y responden a una exteriorización de la energía. Sin que la mano del hombre esté detrás se pueden originar incendios debido a los rayos de alguna tormenta, erupciones volcánicas, o simplemente por las elevadas temperaturas que se dan en épocas concretas del año.

EL HOMBRE Y EL FUEGO

EL HOMBRE PREHISTÓRICO Y EL FUEGO

Inicialmente, el hombre al igual que el resto de los animales temía al fuego; pero en algún momento de la Prehistoria aprendió a utilizarlo en su beneficio. En un principio dependía de los incendios naturales, lo que implicaba el cuidadoso mantenimiento y transporte de la llama obtenida a partir de dichos incendios. Esta situación se prolongó en el tiempo hasta que el hombre aprendió a hacer fuego por sí mismo, unos 40.000 o 50.000 años A.C. El hombre primitivo utilizaba el fuego para:
- Calentarse y cocinar
- Comunicarse con los miembros de su tribu
- Atraer a animales salvajes a zonas recientemente quemadas, en las que rebrotaba el pasto
-Crear pastos para su ganado

EL FUEGO COMO OBJETO DE CULTO

El fuego ha estado presente siempre en todas las mitologías y creencias religiosas, lo que se explica por el carácter “sobrenatural” que siempre se le ha atribuido:
- Fue considerado uno de los cuatro elementos esenciales, junto con el Agua, el Aire y la Tierra.
- En la mitología griega aparece como elemento fundamental en los mitos de Prometeo y de la caja de Pandora.
-Las vestales romanas consagraban su vida a la custodia del fuego sagrado del templo circular (Tolos).
- Fue visto como un elemento purificador o asociado a los demonios. Ejemplo de ello son “moloc”, divinidad del fuego fenicia y cartaginesa en las religiones del medio-oriente, y el infierno cristiano.
- Ocupaba un papel fundamental en las mitologías precolombinas: se relacionaban con el fuego deidades de los indios Caiapos del Amazonas, como Bedgororoti, o el dios Xiuhtecuhtli en la mitología azteca.

OTROS USOS DEL FUEGO

El fuego también fue usado como instrumento de guerra, pero sobre todo se utilizaba con una finalidad agrícola y pastoral en la dinámica de desbroce, quema y siembra, tan común en la Europa mediterránea, pero que también se extiende por otras zonas del mundo (zonas tropicales, praderas americanas…).

EL FUEGO EN LA ACTUALIDAD

El hombre ha utilizado desde tiempos inmemoriales el fuego como una herramienta para modificar su ambiente, lo cual ha originado una considerable degradación del medio cuando el uso del fuego ha sido excesivo o ha originado graves incendios. Ello dio lugar a que la mayoría de países adoptaran una política de supresión del fuego, a pesar de la cual los incendios experimentaron un gran incremento. En las últimas décadas se está empezando a utilizar el fuego como una herramienta de gestión, ya que cuando su uso es adecuado y racional permite la conservación de pastizales y sistemas con una comunidad clímax pirófita, además de la reducción del combustible acumulado en las masas forestales, lo cual redunda en una disminución del riesgo de incendio y de la intensidad del mismo en caso de que llegue a producirse.